Estimada Sra. Rivera de la Cruz:
Leo
con una mezcla de tristeza e indignación su artículo sobre la huelga deberes. Flaco favor a la Comunidad Educativa hace usted con sus palabras. Permítame que me explique:
Dice usted que "este lunes, miles de niños habrán llegado al cole con los deberes sin hacer porque sus padres así lo han decidido".Este
lunes, Sra Rivera de la Cruz, miles de niños habrán llegado al cole con los
deberes sin hacer porque no saben hacerlos, porque sus padres no saben cómo
ayudarles o simplemente, porque trabajan hasta tan tarde que casi no ven a sus
hijos y estos se deben enfrentar a
tareas repetitivas y absurdas incomprensibles para unos (los que tienen más necesidades), inservibles para los más capaces; muchos traerán los
deberes hechos, sí Sra, pero no por ellos, los habrán copiado de un compañero o
habrán tenido tanta ayuda de familiares, hermanos o clases particulares y
academias que sí, los llevarán hechos, pero no habrán contribuido nada a su
aprendizaje. ¿Todavía identifica usted “deberes hechos” con aprendizaje
significativo?
Nadie
defiende el derecho a "ultranza al holgazaneo”, eso es una visión sesgada, partidista,
malintencionada o simplemente, y no se
me enfade, una muestra de su ignorancia
de lo que ocurre en la escuela.
Soy
uno de esos cientos de profesores que no sienten esta huelga como una agresión o
menoscabo de nuestra autoridad. Hace unos días compartí mi punto de vista. Por cierto,
no es que los padres manden en casa y manden en el cole como usted dice. No se
confunda. En el colegio mandan los profes, en casa mandan los padres. ¿Pero
sabe algo? La inmensa mayoría de las veces trabajamos juntos. Usted habla de
bandos y de equipos contrarios. ¿En qué mundo vive, Sra. Rivera?
Dice
que los alumnos van a “restregarnos” que “ni siquiera” podemos mandar trabajo
para el fin de semana. Ya nos explicará qué significa ese “ni siquiera”. Parece que nuestra principal labor fuera esa.
¿Sabe usted que hay, no solo maestros/as que no mandan deberes, sino también
centros sin deberes?, y no le hablo de Finlandia.
Escribir
una redacción “no puede ser malo”, como usted defiende, pero puede resultar
absolutamente inútil. La composición
escrita (la redacción es solo su último paso de un largo proceso) exige la
presencia del maestro/a para acompañar y guiar al alumno.
No
creo que la huelga de deberes sea una “monserga”, sí lo son algunos mensajes de
ciertos partidos políticos, pero prefiero no meter el dedo en esa llaga, además
de eso usted sabe más que yo.
Soy
docente en la escuela pública desde casi ya 30 años. Y no me
siento atacado por la iniciativa de las familias. No creo que socave nuestra
autoridad ni que sea una injerencia en nuestro trabajo. Porque el trabajo de
educar es compartido. Son escritos como el suyo y los titulares de cierta
prensa los que hablan de bandos, de enemigos, de culpables, de equipos contrarios…¡Qué
poco conoce a las familias! ¿De verdad cree que sus palabras retratan el
sistema educativo actual? Hay miles de
padres y madres involucrados en el aprendizaje de sus hijos e hijas, que confían
en sus maestros y maestras y que participan, cuando pueden y les dejamos, en
proyectos y experiencias educativas. La Comunidad Educativa es mucho más fuerte
de lo que usted cree. Una Comunidad que ha salido junta a la calle a defender
sus derechos, una marea verde que usted reduce a un mero charco. Le aseguro que son mis mejores aliados, aunque
no siempre compartamos los mismos puntos de vista. Es una gran
irresponsabilidad que desde su posición y condición política envíe usted esos
mensajes. Muchos vemos esta huelga como
un toque de atención, una llamada para dirigir la mirada hacia un asunto que
nos influye a todos: lo que sucede dentro de las aulas. Sí señora, dentro y no fuera de ellas. Somo uno de los países con mayor número de horas de deberes y eso no se traduce en mejores resultados académicos. Quizá
si revisáramos nuestras prácticas educativas los deberes no serían necesarios. Quizá nos sirva para poner en duda ciertas
inercias del sistema y una de ellas son los deberes repetitivos y estériles y
plantearnos qué enseñamos y cómo enseñamos y qué y cómo evaluamos. El debate, señora mía, está dentro de las
aulas. El circo lo están montando ustedes fuera de ella.
La
verdad, no me extraña mucho proviniendo de alguien que milita en un partido que
aboga por “legislar” los deberes para establecer un “tiempo máximo”. Sepa usted que somos muchos docentes los que
los vemos innecesarios. injustos, discriminatorios y, lo que es peor, inútiles esos deberes que mandamos, iguales para todos, tengan las necesidades que tengan y cuya única razon de hacerse es "porque lo manda el profesor". Y sí, claro que mando tareas para casa pero hay vida más allá de los libros y los cuadernos (si le interesa aquí le dejo algunos "deberes" y no, no me creo especial ni mejor que nadie. Solo comparto lo que me funciona) Además, ¿cree que con una ley que marque el “tiempo máximo” van a mejorar el
sistema? Eso, Sra Rivera, sí es invadir nuestras competencias. ¿Quiénes son
ustedes para decidir el tiempo máximo o mínimo de deberes? Demonizan a las familias por decidir no hacerlos y ustedes nos legislan para establecer un tiempo máximo. Porque con ello dan por hecho que deben existir ¿nos obligarán por ley? Pues como todas las iniciativas de política educativa sean como esa...como dice usted "¡qué mal vamos!" Y luego, nos habla de monsergas…
¿Ha
escrito sin ruborizarse que “Vivimos en un país
donde los profesores se ven obligados a militar en un equipo contrario al de
padres y alumnos, que se coaligan para limitar su margen de maniobra”?
No, Sra.Rivera, vivimos en
un país donde los profesores y profesoras se ven obligados a militar en un
equipo junto padres, madres y alumnos/as coaligados para luchar contra los
recortes en presupuestos, en plantillas, en recursos humanos y materiales, en autonomía; para luchar contra leyes absurdas y estándares que perpetúan aprendizajes memorísticos, contra ratios desmedidas que obstaculizan la convivencia, contra
bailes normativos que nos desorientan y nos agotan y eso, le aseguro, que sí
limita nuestro margen de maniobra.
Atentamente,
Un maestro
fuente de imágenes: pixabay
Gracias javier. una muy buena manera de empezar el día leyendo esta carta. Anoche leí el escrito de la Sra. Rivera y me fui bastante desolada a la cama, dudando si esa opinión que exponía era algo generalizado. Si ese es el pensamiento único que invade las cabecitas de los profes. Por mi todavía escasa experiencia estaba segura que no era así, pero después de leer tu carta no me cabe ninguna duda. Toda esa desolación y/o descontento se ha marchitado. No solo no has dejado duda alguna de la autentica barbaridad que dijo sobre los deberes, la rivalidad padres profes, y la tendencia a holgazanear, sino que das de nuevo aire fresco a los que venimos con ganas y fuerza a este mundo pedagógico.
ReplyDeleteDe nuevo muchas gracias.
Gracias por tu comentario. No me extraña que te fueras desolada porque en su columna,la Sra.Rivera es lo que transmite: desolación y enfrentamiento. Basta con ver algunas de sus palabras: bandos, equipos contrarios, enemigos, malos de la película...Una mirada que, además de otras cosas, es , cuando menos, irreal. Respeto la opinión de la Sra. Rivera pero no comparto en absoluto nada de lo que piensa. Creo, como he escrito, que es una grave irresponsabilidad transmitir esa idea de la escuela. Claro que hay familias con comportamientos inadmisibles pero también hay maestros y médicos... y políticos. Ojalá la llegada de nuevos maestros y maestras suponga ese aire fresco del que hablas. Y, sobre todo, vengáis con preparación, con propuestas innovadoras, y todo eso, pero especialmente con el ingrediente fundamental en este oficio: la pasión. Os necesitamos porque otra escuela es posible y solo podemos construirla entre todos/as. Un saludo y gracias de nuevo.
DeleteJavier.