Nov 8, 2016

Convivencia MOOC: tarea 3


Nos proponen como tarea que comentemos un caso práctico sobre los 3 posibles. 
He escogido el primero, ya que se trata de un caso de Educación Primaria, etapa donde imparto clase. 

Evidentemente, no hay que ser un avezado lector para considerar este caso como un acoso "de libro" (es un acoso físico, psicológico y relacional; existe una intención de hacer daño; es reiterado en el tiempo; hay situación de inferioridad del agredido que le dificulta salir de la situación...Quizá el único punto que no cumple es la visibilidad. El acoso, en muchos casos, permanece oculto para los adultos pero muy bien conocido por los alumnos/as y por eso se hace difícil de identificar con rapidez. En este caso, parece que identificarlo no era tan difícil).

La segunda pregunta voy a cambiarla ligeramente en su enunciado. No sé si los documentos deben "contemplar" y "tener previstas" todas las conductas posibles en la convivencia escolar. Y el hecho de recogerlas no supone que en la práctica no se vivan situaciones de acoso o maltrato de cualquier grado. 

Creo que el documento esencial sería el Plan de Atención a la Diversidad. En primer lugar, en un buen Plan de Acogida, eficaz y sistemático. El niño llega a un centro con una mochila de experiencias frustrantes y con cierto déficit en habilidades sociales. De hecho, no sabemos nada de ese primer trimestre: saltamos directamente al mes de enero cuando la familia se reúne con la tutora. ¿Cómo era el comportamiento de Adrián durante esos tres meses? ¿Cómo se le acogió en el aula y en el centro? ¿Se le acompañó durante los recreos? ¿Se realizaron actividades desde todas las áreas que facilitaran la integración y la acogida de Adrián en su grupo y con los grupos de su nivel? ¿Se le brindaron oportunidades de sentirse aceptado y valorado en su grupo? ¿Por qué la familia esperó tanto para acudir al centro? ¿Por qué la tutora no citó a la familia en septiembre cuando el niño llega al centro? Estos meses de ausencia en el relato los considero clave en la evolución del caso. Tras este eslabón perdido, se encadenan por parte de todos acciones incomprensibles.

Lógicamente, en el RRI y las normativa sobre conductas en el aula, ya se habla de las sanciones que pueden imponerse por estas situaciones. Pero creo que el asunto está prioritariamente en aquellas acciones y documentos que puedan contribuir a que estas situaciones no se produzcan. Una vez llegado a ese punto, la normativa es clara. Pero las sanciones, aunque inevitables, no suelen resolver el problema. Nuestra intervención debe ser preventiva. 

Las reacciones del profesorado, tanto de la tutora como del jefe de estudios no dejan mucho margen para opinar. 
El primer comentario de la tutora: "Adrián está como siempre, tímido" me hace preguntarme por esos "alumnos-mueble", esos "invisibles", que no se les oye, no se hacen notar, pero que suponen un "problema" y a los que quizá muchas veces no prestamos la atención debida. Todas las miradas se dirigen para el que grita, el irrespetuoso, el vago, el rebelde...Aquellos que no "molestan" y "se portan bien" no nos preocupan mucho, aunque no tengamos ni idea qué pasa por su cabeza, ni qué sienten o padecen. 
También me hacen pensar en aquello de "como ha sucedido fuera de la escuela, no podemos hacer nada" (el caso "estalla" durante las vacaciones de Navidad). Ningún niño/a (ni ningún adulto) puede dejar su vida en la puerta del colegio y pasar a recogerla a la salida. 
El jefe de estudios culpabiliza al propio niño por ponerse en el lugar inadecuado en el momento inadecuado, cuando el caso expuesto indica que el balonazo fue claramente intencionado.  Mas tarde, ve como "cosas de niños" lo que son agresiones y burlas continuadas que vienen a sumarse además a esa larga lista de vejaciones y experiencias de menosprecio hacia Adrián. Por otro lado, parece responsabilizar a los padres de la falta de relaciones sociales de su hijo. Su preocupación principal es que los padres "dejen de protestar" y "dejen de venir al centro". 



La tutora decide "obligar" al grupo a "integrar" a Adrián. Como no podía ser de otra manera, la imposición no funciona. Quizá el planteamiento de actividades dentro del aula donde Adrián se sintiera protagonista, donde formara parte de un grupo, les ayudaran a conocerse y ayudarse, que generaran empatía... hubieran sido más útiles. 

Los comportamientos de los alumnos son inaceptables. Gonzalo y Félix tienen el papel de agresores, actúan con una ausencia absoluta de respeto y, peor aun, casi con impunidad porque las vejaciones son continuas. Además se deja entrever que el resto del aula les tienen miedo porque prefieren no meterse en líos y de ahí el  comentario de apoyo y comprensión hacia Adrián pero "en voz baja". 

Sobre las posibles sanciones o medidas a tomar, supongo que la pregunta va dirigida a los alumnos ¿verdad? Pero en este caso, algunas medidas habría que tomarlas hacia la tutora y hacia jefatura. Afortunadamente, en mis 30 años en Educación Primaria no he vivido situaciones en las que confluyan todas la variables que se citan en el caso: alumno con dificultades, familias que tardan demasiado en hablar con los maestros, tutores irresponsables e indiferentes ante los problemas de convivencia en su grupo y un jefe de estudio más preocupado de su sillón que de su obligación profesional. 

Termino reiterando que la clave está en esos primeros meses de Adrián en el colegio. La pregunta está en ¿qué podría haber hecho la tutora y su equipo docente, el jefe de estudios, la familia para evitar que se produjeran esos hechos desde el primer día que el niño pisa el colegio?

fuente imágenes: pixabay

4 comments:

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    1. Gracias, Carlos. El caso era de libro ¿verdad?

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  2. Muy bueno, me has aclarado mucho

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    1. Gracias, Elvira, por leerme y pararte a comentar. A ver si entre todos nos aclaramos. :)

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